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La cuestión de las herencias, lejos de ser un simple trámite legal, revela dinámicas profundas en las relaciones familiares y las estructuras económicas. ¿Importa realmente quién hereda? Un análisis más detallado muestra que la respuesta puede ser más compleja de lo que parece, pues no solo afecta la economía doméstica, sino también la toma de decisiones laborales y el equilibrio familiar.
Herencias como motor de desigualdad y oportunidad
Las herencias representan uno de los pilares fundamentales en la transferencia intergeneracional de riqueza. Según datos de la OCDE, el 50 % de la riqueza personal en Europa proviene de legados familiares, consolidando la posición económica de quienes heredan frente a aquellos que carecen de este respaldo. Sin embargo, su impacto no se limita al ámbito financiero. También simbolizan un legado emocional y cultural, perpetuando valores y estructuras familiares que pueden variar dependiendo del contexto social y económico.
En países como España, donde más del 85 % de las herencias corresponden a patrimonios modestos —viviendas familiares o pequeños ahorros—, heredar no necesariamente implica la acumulación de grandes fortunas. Por el contrario, para muchas familias, representa un apoyo clave para cubrir necesidades básicas, desde adquirir una vivienda hasta financiar estudios. Sin embargo, en casos de legados más significativos, las herencias pueden impulsar proyectos empresariales, diversificar inversiones o incluso abrir oportunidades de desarrollo profesional.
Impacto en la vida laboral: ¿desincentivo o reajuste?
Un debate recurrente en torno a las herencias es su impacto en la participación laboral. La teoría económica sugiere que un aumento inesperado en la riqueza, como una herencia, puede reducir la necesidad de trabajar, ya que permite a las personas optar por más tiempo de ocio. Sin embargo, un estudio basado en la encuesta Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe revela matices interesantes.
El análisis muestra que:
- Cuando las mujeres heredan, es más probable que reduzcan su participación en el mercado laboral, disminuyendo su jornada semanal en 1,3 horas y aumentando la probabilidad de abandonar su empleo en un 5,3 %. Esto se debe al «efecto riqueza», especialmente notable en contextos donde las mujeres suelen tener mayores elasticidades en su oferta laboral.
- Por el contrario, los hombres no presentan cambios significativos en su participación laboral tras heredar. Curiosamente, si la esposa es la receptora de la herencia, los hombres tienden a aumentar sus horas de trabajo en un promedio de 2,04 horas por semana. Este fenómeno puede interpretarse como una reconfiguración de las dinámicas de negociación dentro del hogar, donde los recursos heredados influyen en las decisiones de ambos cónyuges.
Estos resultados subrayan que las herencias no solo tienen un impacto económico directo, sino también una influencia significativa en las decisiones familiares y laborales.
El marco legal de las herencias en España
España cuenta con uno de los sistemas sucesorios más estrictos de Europa, basado en la figura de la «legítima», que garantiza una parte del patrimonio a los herederos forzosos, como hijos y cónyuge. Este modelo, aunque equitativo en teoría, puede generar conflictos en familias con estructuras no tradicionales, como parejas de hecho o familias reconstituidas, que enfrentan mayores desafíos para acceder a los derechos sucesorios.
A nivel fiscal, las herencias también varían considerablemente según la región. Comunidades autónomas como Andalucía o Madrid han reducido drásticamente los impuestos sobre sucesiones, mientras que otras, como Cataluña, mantienen cargas fiscales más altas. Estas diferencias pueden influir en cómo las familias planifican y gestionan sus legados.
¿Importa realmente quién hereda?
La investigación evidencia que sí importa. La distribución equitativa de las herencias dentro del hogar no siempre ocurre, y la identidad del receptor puede alterar dinámicas familiares, laborales y económicas. Más allá del valor económico, las herencias tienen un impacto emocional y social que refuerza o desafía las prioridades y expectativas familiares.
En última instancia, el manejo de las herencias requiere un enfoque equilibrado que considere tanto las necesidades familiares como las desigualdades sociales. Adaptar las leyes y prácticas sucesorias a las realidades contemporáneas, respetando la diversidad y complejidad de las estructuras familiares, será clave para garantizar que las herencias no solo transmitan riqueza, sino también equidad y estabilidad.