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Con la llegada del nuevo año, las preocupaciones sobre el aumento del alquiler vuelven a estar en el punto de mira. Afortunadamente, las subidas en la renta de las viviendas alquiladas están ahora reguladas por un índice específico que limita los incrementos. Si estás de alquiler, te interesa saber cómo afecta esto a tu contrato y cuánto podría subir tu renta mensual en 2025.
El IRAV: El índice que regula las subidas del alquiler
Desde 2025, la actualización anual de los alquileres está vinculada al Índice de Referencia de Arrendamientos de Vivienda (IRAV), establecido por la Ley por el Derecho de la Vivienda. Este índice, creado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), tiene como objetivo proteger a los inquilinos de subidas desproporcionadas en periodos de alta inflación, como los vividos en años anteriores.
El IRAV se calcula utilizando el menor valor entre los siguientes indicadores:
- La tasa de variación anual del Índice de Precios al Consumo (IPC).
- El IPC subyacente (que excluye los precios más volátiles, como alimentos y energía).
- La tasa de variación anual media ajustada.
Esto significa que, aunque la inflación sea alta, el IRAV pone un techo a cuánto puede incrementarse el alquiler.
Límites según tu contrato de alquiler
El techo del 2,2% establecido por el IRAV para 2025 se aplica únicamente a los contratos firmados después del 26 de mayo de 2023, fecha en la que entró en vigor la nueva Ley de Vivienda. Si firmaste tu contrato antes de esta fecha, el aumento de la renta estará regulado por el IPC de noviembre de 2024, que se sitúa en el 2,4%.
Aunque la diferencia entre ambos índices (2,2% y 2,4%) pueda parecer pequeña, su importancia radica en evitar subidas excesivas en momentos de inflación descontrolada, garantizando una mayor estabilidad para los inquilinos.
Ejemplo práctico: ¿Cuánto subiría mi alquiler si pago 1.000 euros al mes?
Imaginemos que actualmente pagas 1.000 euros de alquiler al mes. Según las condiciones de tu contrato y los índices aplicables para 2025, el incremento sería el siguiente:
1. Contratos firmados antes del 26 de mayo de 2023 (IPC – 2,4%)
- El aumento máximo permitido sería del 2,4%.
- Cálculo del aumento: 1.000 €×0,024=24 €
- Nueva renta mensual: 1.000 €+24 €=1.024 €
2. Contratos firmados después del 26 de mayo de 2023 (IRAV – 2,2%)
- El aumento máximo permitido sería del 2,2%.
- Cálculo del aumento: 1.000 €×0,022=22 €
- Nueva renta mensual: 1.000 €+22 €=1.022 €
Diferencia entre ambos escenarios
- Con el IPC (2,4%), tu alquiler aumentaría 24 euros al mes.
- Con el IRAV (2,2%), tu alquiler aumentaría 22 euros al mes.
- Ahorro con el IRAV: 24 €−22 €=2 € mensuales (24 € anuales).
Aunque la diferencia parezca pequeña, el IRAV se vuelve especialmente valioso si se producen futuras escaladas de inflación, limitando subidas mayores en el precio del alquiler.
Protección frente a la inflación
Aunque la diferencia actual entre ambos índices sea pequeña, la verdadera ventaja del IRAV se hará notar en contextos de inflación alta, como los de 2022, cuando el IPC superaba el 10%. En ese escenario, el IRAV evita que los inquilinos enfrenten incrementos insostenibles en su renta mensual.
Conclusión
Si estás de alquiler, es fundamental conocer las condiciones de tu contrato y cómo se aplican las actualizaciones de renta. Para quienes firmaron contratos recientes, el IRAV supone una garantía de estabilidad frente a la volatilidad de los precios. Y aunque los contratos antiguos sigan ligados al IPC, las limitaciones actuales son un avance hacia una mayor protección para los inquilinos.