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Las renuncias a herencias han aumentado en España debido a las deudas y la tributación que conllevan, en un contexto de dificultades económicas. Según el Consejo General del Notariado, entre enero y octubre de 2022, se registraron 45.197 renuncias a herencias. Es posible que la cifra total del año se acerque al récord de 2021, con 55.576 renuncias.
El abogado Abel Marín, socio del despacho Marín & Mateo Abogados, señala que los herederos suelen tardar más en tomar una decisión cuando el pasivo es más alto que el activo, y no tienen capacidad económica para afrontar las deudas que implica aceptar la herencia. Además, recuerda que en un testamento no solo hay bienes, sino también pagos pendientes de los que los herederos deben responsabilizarse.
Las crisis sanitaria y geopolítica, como la pandemia de coronavirus y la invasión rusa de Ucrania, han afectado las finanzas de las familias. La inflación y el desempleo han llevado a un aumento en el número de herederos reacios a aceptar herencias debido a las obligaciones tributarias que conllevan.
Tras el fallecimiento de una persona, los herederos tienen seis meses para liquidar el Impuesto de Sucesiones, que es progresivo y varía entre el 7,65% y el 34%. Sin embargo, cada Comunidad Autónoma aplica diferentes reducciones y bonificaciones, lo que puede influir en la decisión de aceptar o renunciar a la herencia.
El impuesto de plusvalía municipal «mortis causa» sobre bienes inmuebles urbanos puede ser más gravoso que el propio impuesto de sucesiones en muchos casos. Además, según Marín, si la renuncia se realiza a favor de un tercero, el heredero que renuncia debe pagar dos impuestos: el de Sucesiones y el de Donaciones. Por ello, aconseja analizar bien cada caso con ayuda de un profesional, ya que nadie espera que una herencia suponga más gasto que beneficio.