Compartir:
La vivienda es una de las principales fuentes de conflicto entre familiares en el momento de repartir una herencia. En 2022, las donaciones de vivienda cayeron un 10,8%, mientras que las herencias retrocedieron un 2%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). La carga fiscal y las diferencias en los deseos de los herederos pueden convertir una herencia inmobiliaria en un «regalo envenenado» que rompe vínculos familiares.
- Descenso en las donaciones y herencias de vivienda
En 2022, el INE registró una disminución en las donaciones de vivienda del 10,8%, pasando de 25.304 a 22.549, y un retroceso del 2% en las herencias, cayendo de 201.117 a 197.021. La «gripalización» del coronavirus y la entrada en vigor de la nueva referencia catastral influyeron en este descenso de donaciones y herencias inmobiliarias.
- Carga fiscal de una vivienda heredada
Abel Marín, abogado y socio del despacho Marín & Mateo Abogados, advierte que una herencia inmobiliaria puede ser un regalo envenenado. La carga fiscal es alta y no siempre se cuenta con liquidez suficiente. Los herederos deben pagar el Impuesto de Sucesiones y la plusvalía municipal, y en el caso de las donaciones, el IRPF también supone una carga tributaria importante.
- El usufructo como fuente de controversia
El usufructo vitalicio de la vivienda heredada puede generar conflictos entre el cónyuge superviviente y los hijos. La imposibilidad de vender o alquilar la vivienda puede causar fricciones, aunque el usufructo es un derecho intocable. Los hijos pueden vender la nuda propiedad a un tercero, pero estas transacciones suelen realizarse por un valor inferior al de mercado y no siempre compensan los impuestos asociados a la herencia.
- Divergencias en la decisión de vender o conservar la vivienda
Cuando una única propiedad se reparte entre varios herederos, puede haber discrepancias en cuanto a la venta o conservación de la vivienda. El retracto de copropietarios permite a aquellos herederos que deseen conservar la casa adquirir la parte de quienes quieran venderla, pero no siempre disponen de los fondos necesarios para hacerlo.
La herencia inmobiliaria puede convertirse en un conflicto familiar creciente debido a las diferencias en las preferencias de los herederos y la carga fiscal asociada. La comunicación y la búsqueda de soluciones equitativas son fundamentales para evitar que la herencia se convierta en un regalo envenenado que rompa los lazos familiares.