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Emprender y lanzar una startup es un proceso emocionante, pero también está lleno de riesgos, muchos de ellos legales. El entusiasmo por el producto o el crecimiento a menudo deja en segundo plano aspectos fundamentales que, si no se atienden a tiempo, pueden acabar poniendo en jaque toda la viabilidad del negocio.
A continuación, repasamos los errores legales más comunes que cometen las startups y las claves para evitarlos.
No realizar una due diligence completa
La due diligence es una investigación profunda de todos los aspectos legales, financieros y operativos de una empresa. Sin embargo, muchas startups omiten este proceso o lo abordan de forma superficial.
Una correcta due diligence ayuda a identificar deudas ocultas, contratos con cláusulas perjudiciales, problemas de cumplimiento normativo o vulnerabilidades en la propiedad intelectual. Ignorar este paso puede derivar en disputas contractuales, sanciones o pérdida de activos estratégicos.
Además, si quieres atraer inversores o socios estratégicos, demostrar que tu startup ha superado un proceso de revisión exhaustiva aumentará la confianza y facilitará la negociación.
Desconocer las obligaciones fiscales y laborales
Uno de los errores más frecuentes es prestar poca atención a las obligaciones fiscales y laborales, pensando que son temas secundarios. Nada más lejos de la realidad.
Obligaciones fiscales:
Las startups deben cumplir con el pago de impuestos sobre beneficios, retenciones a empleados, IVA, impuestos locales y nacionales. No cumplir con estas obligaciones puede acarrear sanciones, recargos y auditorías que perjudiquen la continuidad del negocio. Además, la correcta gestión fiscal de compensaciones y beneficios es clave para evitar problemas futuros tanto con la administración como con los propios socios y empleados.
Obligaciones laborales:
No tener contratos de trabajo redactados correctamente o incumplir normativas sobre condiciones laborales, seguridad social o igualdad de oportunidades puede desembocar en reclamaciones judiciales y sanciones. Desde el primer momento, es imprescindible disponer de contratos claros, definir políticas internas y garantizar el cumplimiento legal para proteger a la empresa y a sus trabajadores.
Ausencia de auditorías internas periódicas
La falta de revisiones internas es otro gran error. Las auditorías no solo deben centrarse en aspectos financieros, sino también en la revisión de contratos, acuerdos societarios, cumplimiento normativo y protección de la propiedad intelectual.
Estas revisiones permiten detectar a tiempo posibles riesgos, corregir desviaciones y mantener la empresa preparada para auditorías externas, rondas de inversión o procesos de venta.
Además, ayudan a identificar oportunidades de mejora, a optimizar recursos y a garantizar que la estrategia legal y fiscal esté alineada con los objetivos del negocio.
La importancia de rodearse de asesoramiento especializado
Los problemas legales, fiscales y laborales pueden acabar no solo en sanciones económicas, sino también en pérdida de confianza por parte de inversores, empleados y clientes. Por ello, contar desde el inicio con un equipo legal y fiscal especializado es fundamental.
En resumen, evitar estos errores pasa por:
- Realizar due diligence de manera rigurosa en todas las fases clave.
- Cumplir con todas las obligaciones fiscales y laborales sin excepción.
- Realizar auditorías internas periódicas que permitan detectar y corregir errores.
- Contar con asesores legales y fiscales que acompañen el crecimiento del negocio.
Prestar atención a estos aspectos desde el principio permitirá a las startups construir una base sólida, atraer inversores con confianza y minimizar riesgos legales que podrían comprometer su futuro.
Referencia: let’s law