Compartir:
En la era digital, los videojuegos se han transformado significativamente, pasando del formato físico a servicios en la nube que requieren de una cuenta personal para acceder a los títulos adquiridos. Este cambio ha planteado una serie de interrogantes, especialmente en lo que respecta a la herencia de estos bienes digitales cuando el usuario titular fallece. A diferencia de los juegos en formato físico, los juegos en la nube quedan inaccesibles tras la muerte del propietario, ya que las cuentas no se pueden transferir ni heredar.
¿Qué es el ‘cloud gaming’?
El ‘cloud gaming’ o juego en la nube permite a los usuarios jugar a videojuegos a través de servidores remotos, eliminando la necesidad de poseer un disco físico e instalar el juego localmente. Este servicio, ofrecido por compañías como PlayStation, Xbox, Ubisoft, Nintendo, Epic Games y Valve, requiere una conexión a Internet para acceder a los juegos, que se almacenan en las cuentas personales de los usuarios.
El problema de la herencia digital
El principal problema surge cuando el propietario de una cuenta en la nube fallece. A diferencia de las cuentas en redes sociales, que pueden convertirse en conmemorativas o ser gestionadas por un contacto legado, las cuentas de videojuegos no tienen un mecanismo similar. Por ejemplo, Valve, la empresa propietaria de Steam, ha dejado claro que las cuentas de Steam y los juegos en ellas contenidos no pueden ser transferidos a otra persona, ni siquiera a través de un testamento.
Valve establece que las cuentas de Steam son intransferibles y su soporte no puede otorgar acceso a otra persona ni fusionar cuentas. Compartir credenciales también está prohibido, ya que infringe las políticas de confidencialidad de la cuenta.
Políticas de otras compañías de videojuegos
Las políticas de otras empresas de videojuegos, como PlayStation, Ubisoft, Xbox y Nintendo, siguen una línea similar a la de Valve. Por ejemplo, PlayStation especifica en sus términos y condiciones que todos los derechos sobre el contenido de PlayStation Plus están reservados por Sony Interactive Entertainment y que los juegos descargados están disponibles solo mientras la suscripción esté activa. Al fallecer el usuario, la suscripción finaliza y con ello, el acceso a los videojuegos.
Contraste con las redes sociales
A diferencia de las plataformas de videojuegos, las redes sociales como Instagram y Facebook permiten que los perfiles de usuarios fallecidos se conserven como cuentas conmemorativas. Estas cuentas evitan referencias que puedan entristecer a los familiares y amigos, bloquean el perfil para proteger la privacidad del fallecido y permiten que sus recuerdos sean preservados.
En el caso de Facebook, existe la opción de seleccionar «contactos de legado» que pueden gestionar el perfil tras la muerte del usuario. WhatsApp, X (antigua Twitter) y Discord, por otro lado, solo permiten eliminar la cuenta del fallecido.
Un vacío legal y emocional
La falta de un mecanismo para transferir o heredar cuentas de videojuegos en la nube representa un vacío tanto legal como emocional. Los usuarios que han invertido tiempo y dinero en sus bibliotecas de juegos se enfrentan a la posibilidad de que todo se pierda al fallecer. Esta situación subraya la necesidad de una revisión y actualización de las políticas por parte de las compañías de videojuegos para adaptarse a las realidades digitales y ofrecer soluciones que consideren los derechos de los usuarios y sus herederos.
Reflexión final
En un mundo donde cada vez más aspectos de nuestra vida son digitales, la pregunta sobre la herencia de los bienes virtuales se vuelve cada vez más relevante. Las compañías de videojuegos y las autoridades reguladoras deberán trabajar juntas para encontrar soluciones que permitan a los usuarios disponer de sus activos digitales de manera justa y respetuosa con sus deseos, incluso después de su fallecimiento.